viernes, 13 de noviembre de 2009

Técnicas de Estudio

Un alumno que quiera tener éxito en el estudio ha de conocer y aplicar técnicas adecuadas.
  • Al tipo de contenido que debe aprender.
  • A la forma en que ha de recuperar la información.
 

sábado, 7 de noviembre de 2009

¿Cómo ayudar a mi hijo a planificar su tiempo de estudio?

  • El tiempo de estudio personal en casa debe ser planificado con criterios de economía de tiempo y de aprovechamiento eficaz.
  • Vale la pena colaborar con nuestros hijos para ayudarles a decidir y dar cabida a sus preferencias.

Tiempo para trabajar y tiempo para disfrutar de la vida y de la compañía de los demás.

• Será un reto constante acabar la tarea en el tiempo preestablecido. En alguna ocasión, si se produce un desfase notable entre las propuestas y la realidad de tiempo que usa nuestro hijo, vale la pena explicarlo a su profesor-tutor para valorar si dicho desfase es fruto de sus limitaciones o excelencias o de errores de planificación.

• Aunque puede variar, el tiempo de referencia puede ser:

- Educación secundaria (entre los 12 y 16 años): Entre una hora y media diarias en el primer curso y dos horas en el último.

El horario de estudio conviene establecerlo de común acuerdo con nuestro hijo y muy especialmente dado que son adolescentes. Para decidirlo consideraremos:

- Las horas ocupadas por actividades habituales sujetas a horario.
- La alternancia de tiempos de trabajo y de descanso.
- Distribución a lo largo de todos los días de la semana.
- Evitar que sea inmediatamente después de las comidas por la somnolencia que puede producir la digestión.

• Si algún día las tareas se acaban antes de tiempo, debería establecerse la costumbre de dedicarlo a la lectura recreativa o de repaso.
• Durante el fin de semana puede usarse algún tiempo como comodín para acabar algunas tareas.
• El horario establecido debe marcar una pauta determinante en la creación de hábitos.
“Hoy no me han mandado tarea” es una frase bajo sospecha. Pida a su hijo la agenda, si la tiene, donde vendrán los trabajos que los profesores hayan encargado para casa. Y si no, coja su horario y haga que repase las asignaturas de ese día.

El objetivo es que los hijos sean capaces de establecer su horario de estudio y cumplirlo con autonomía como estrategia para llegar a culminar sus estudios con éxito.

¿Cómo motivar en el estudio a mi hijo o hija?

Uno de los factores imprescindibles para el estudio, y en el que como padres podemos contribuir, es el motivacional. El primer paso que debe interiorizar el alumno es ver las utilidades del estudio, pensar en el aprendizaje como en una fase necesaria y vital en el desarrollo de uno mismo y entender que un método facilita la adquisición de estos conocimientos.

Los padres somos responsables de numerosas actitudes, valores y hábitos que adquieren durante el aprendizaje.

Si en casa se respira un clima de respeto hacia el estudio es más fácil que nuestro hijo se sienta motivado a disfrutar de ese mundo. No podemos insistir en que estudie si, por otro lado, nos oye comentar que estudiar está muy bien, pero lo realmente útil es trabajar. Hablar de la finalidad de la educación servirá para que nuestro hijo entienda lo útil que le será tanto para su futuro profesional como para su crecimiento personal.

La motivación quizá sea uno de los factores que más directamente inciden en el éxito escolar. Sin motivación nuestro hijo no dará todo lo que puede dar de sí, independientemente de sus capacidades. Nuestro estímulo será un elemento clave. Para ello, es importante atender a los siguientes aspectos:

  • Es conveniente recompensar de alguna manera los esfuerzos realizados por nuestro hijo, principalmente con alabanzas y mensajes positivos y nunca de forma gratuita.
  • Las recompensas, a medida que avanza la edad del niño, no deben asociarse siempre a la consecución de algo material tangible.
  • Sea positivo y sustituya “te has quedado sin tele” por un “si haces los deberes podrás ver la tele un rato”.
  • Los expertos detectan un todo o nada en los padres: de la permisividad más absoluta al quitárselo todo.
  • El interés de los padres en el aprendizaje. Los hijos están más motivados si los padres se interesan por los temas que están estudiando y no sólo por los resultados del rendimiento escolar.